& otra vez, puedes ver cómo me alejo de ti, cuando mis ojos te suplican que me atraigas con tus brazos a ti. Que me lleves a sentarme a tu lado, que tu mano me detenga mientras camino. Hasta hago mi paso más lento... más parsimonioso; justo como lo haría un ciervo, deseando ser cazado. Me vuelvo con la excusa de esperar & encontrarte de nuevo. Sé que ahí estás... pero, no tengo excusa alguna para quedarme. No puedo inventármela, cuando mi mente está centrada en el hecho que eres tú. Te me haces tan imposible, tan juguetón como un espejismo en medio del Sahara. Te siento tan lejos... & si hago las cuentas, son unas cuantas horas... cuando en realidad se sienten como años luz de distancia. Es la distancia, el frío que gestó entre nosotros. Así debía de ser... supongo.
Me pondré a cantar las canciones que se me quedan grabadas en la mente, una & otra vez... ya sabes, mataré a la soledad un momento. La estrangularé con unos cuantos versos... & luego, le daré respiración boca a boca cuando me toque llamar a las puertas del sueño. Sí, a veces quisiera tener más valentía para acercarme yo... pero, sabes bien que hay cosas que nos limitan la cercanía... supongo que así debe ser. No soy lo que esperas; a decir verdad, ya no sé ni qué esperas.
Quisiera quedarme en ese lugar, fingir que me encontraste por accidente, provocarte un encuentro conmigo... Pero no sirve de nada. Siempre encontraré una excusa para alejarme, para cerrarme... & tú serás arrebatado otra vez. ¿No sientes lo mismo?
No es culpa tuya, ni mía... el destino nos depositó en diferentes lugares de la misma pecera. Fin.
No comments:
Post a Comment