Paso de nuevo, por toda la Avenida Bolívar... ¿Buscando qué? Quizá buscándote... buscando tu rostro en medio de la gente. & los ojos se me hacen agua... otra vez.
Mis manos te buscan inquietas... no te encuentran.
Miro por la ventana... Dios, quiero otro cigarro. Palpo la cajetilla en la bolsa, está vacía. La miro para comprobar lo que mis dedos me reportan. Vacío. ¿Cuándo me los acabé?
Entre vicios & otras cosas... vuelves a mi mente. Tus manos, tu boca... tus dientes. Sólo el pensarte me hace sentir ansiosa de nuevo... No tengo cigarros, no te tengo a ti... Sólo tengo a mis letras. Al menos eso.
A penas pasé el Trébol, quiero encontrarte... bajarme en la siguiente parada, & como en ciertas ocasiones, llorar cerca de tu casa con temor a despertarte o encontrarte. Pero no. Detengo mi impulso de estupidez... ¿Hace cuánto tiempo ya? Estás mejor sin mi, ¿verdad? La vida ha de sonreírte bien a ti, que siempre has sido valiente, que has sido fuerte... & que te amé, te amé con ciega devoción, con total admiración... porque es una verdad a la que me aferré, a la que adoré con todo mi ser.
Black Stones de cereza... ¿No sientes que al menos es una condena placentera? No. Tú eras tan sano, tan brillante... Mientras que yo, una viciosa, amarga mujer... rota hasta la médula... ¿Qué mierda hacías conmigo?
Ah... los tejados de mi tierra. Cansados de albergar gatos... Cansados de ser nidos de palomas. Oxidados y podridos de existir... ¿Hace cuánto tiempo ya cariño? ¿Hace cuánto tiempo ya mi dulce niño, que no te veo más? La herida de la existencia se hace más pesada & dolorosa... No puedo vivir, no puedo morir... no puedo amar... No puedo existir ya más. Así que, como un fantasma, me deslizo de nuevo en aquella lata verde... en la que oigo música & espero mi parada... Aquella que solía frecuentar abrazada a ti... ¿lo recuerdas? Yo sí. Todas las noches abrazando al espejismo en este desierto...
¿Dónde pasarás este miércoles? ¿En los brazos de una nueva musa? Espero que sí. Cómodo & cálido... envuelto en cabellos & brazos que tengan mejor aroma & más vida... Que sea lozana & con carne tierna... Que por dentro sea tan suave como los pétalos de una rosa & por fuera tan bella como una buena manzana.
Me ahogo con sólo pensarte... & la gente se aglutina a mi alrededor. Ya pasé la 32... Me peino de nuevo con los dedos... tratando de sacudirme los pensamientos de ti. Pero tu recuerdo, no, jamás se irá. Lo abrazaré como todas las noches al dormir. Lo besaré, lo acariciaré... le haré una almohada con mi cabello, le contaré historias de ti & de mí antes de dormir. & si lloro, él se quedará callado & no te contará nada.
& me duele la cabeza, como todos los días... como cada día que pasa & pasa... ¿para qué tomar más pastillas? Ya me cansé. Al menos llegué ya a Don Bosco... Última parada para pensar si regreso. Frente a la puerta estoy, tentada de ir a buscarte aunque sea tarde... Luego recuerdo que no sé cuando turnas, cuando estarás... ¿Me habrán olvidado el Tri & la Mía? Seguro que sí... Ya nada de ahí me ha de recordar. Se me parte el alma, vuelvo a la lata verde con ruedas... & sigo mi camino. Ya nada quedó para mí.
Cómete mis libros en sopa si quieres... yo no existo más... o espero dejar de existir pronto. Estoy cansada de esto que llaman vida, harta de no morir, hastiada de cerrar los ojos & verte a ti, de ver ropa linda para hombre & pensarla contigo puesta, de imaginarme tus gestos cuando preparo cereal, de pensarte cuando voy a comprar algo, como siempre lo hacía... cuánto gastaré, cuánto necesitamos a la semana, qué comeríamos, qué te hace falta... Madre mía, ¿al menos ella piensa en todo eso, en ti?
& vuelvo a ver... el tráfico, el bullicio... me abstraigo de nuevo en la música... eres tú. Escucho a Monk, ¿te gustaría escuchar? Recuerdo el susto que me llevé cuando me contaron lo del hospital... & que en un dejo de debilidad, te llamé. Te llamé porque me enloquecí de miedo. & desde ese día me la pasé preguntando si te volvería a ver... Creo que no. Nuestros caminos tan divorciados, tan separados de sí... & esta ausencia terminará por asesinarme... Menos mal, soy mortal & pronto acabará... pronto... pronto... ¿Verdad?
& bueno, veo fantasmas jugar en los techos, juegan a jalarse los vestidos, a romperse a alaridos crípticos... ¿Que si alucino? No, es sólo mi locura habitual... Aún no sé qué hago suelta por ahí... En fin... No sé donde estás, o si se te ocurrirá leer esto algún día... pero... cuando te sueño, siempre despierto abrazándome a tu recuerdo, más que nunca... más podrida & exhausta que nunca... Porque estoy tan rota desde adentro, que mi risa nunca ha vuelto a ser la misma... nunca.
No comments:
Post a Comment