Como un Día Normal: Llovizna en la Terraza.

Me senté a la orilla de la terraza, abrí una cajetilla de cigarros. Contemplaba la calle medio vacía. Saqué un cigarrillo, lo encendí. Mis hijos corrían, jugaban lejos de mí, mordisqueándose entre ellos. Son seis perros ahora. Me toqué la cara, sentí las gotas de una llovizna tan ligera. Me puse a pensar en usted. En esos días que la pasábamos tan bien. Me puse a pensar en cada una de las veces que usted se preocupaba por mí, cuando dejaba de comer... Si usted supiera señor, que a veces, cuando la nostalgia de usted me arranca las entrañas dejo de comer, dejo de respirar momentáneamente, dejo de vivir lentamente. Ay, si usted supiera señor... A veces, parece increíble que sea tanto tiempo ya, & hace tan poco que aún revisaba mi computador buscando su cara entre mis archivos, o que me la pasaba pensando en el tacto de mis manos en su espalda, o la sensación de enterrar mis dedos en su cabello. Recuerdo cómo era tocar sus labios cuando regresaba usted a mí por las tardes... recuerdo exactamente cómo se sentía sentir su cuerpo frío después de un baño. Me recuerdo cómo se sentía dormir a su lado, con su cuerpo tibio junto a mí, cómo me gustaba acoplar mi cuerpo gordo a su lado, sentir que usted quería tenerme a su lado... aunque sea para hacer estorbo. Pero ahora no tenemos nada de eso. Así que miré para arriba, allá donde dicen que está Dios. & miraba aquellos ojos del universo que alguna vez vimos juntos. Vimos un cometa que murió. Lo vimos tomados de la mano... Así quizá nos ve alguien desde allá arriba, tomando de la mano a su consorte, nos ve morir frente a una estrella gigante de hielo que nos asesinó con su frío intenso. & lloré mientras pensé en todo esto, lloré mientras miraba ese camino por donde te ibas cada tarde que venías a verme, aquellas últimas veces que te tuve para mí. A mi lado se sentó Albus, mi tierno perro gruñón & me puso la cabeza en el pecho, justo del lado del corazón. Cerró sus ojos para escuchar mi corazón. & mientras yo lloraba, él me daba confort con su respirar tranquilo. Entonces... apagué mi cigarro. Le di un beso con sabor a tabaco a mi pequeño en la frente. & miré hacia arriba de nuevo. Pensé en usted de nuevo, pensé en que ahora usted está mejor, tiene mejores momentos, está rodeado de las cosas que verdaderamente le gustan. & me puse a pensar que ahora, ya no compartimos mucho, casi nada... quizá, memorias en común... Aunque espero que para usted estas se vayan atenuando & que sufra usted una contusión que le provoque amnesia, pero una selectiva, que sólo borre mi existencia de su mente... para que usted pueda ser inmensamente feliz. Créame que yo, más que nadie, desea que usted goce su vida... porque eso es todo lo que quise cuando tuve la oportunidad de estar a su lado. & no nos queda mucho en común señor... déjeme decirle que eso aún me lo trae a la memoria... al alma desgarrada que tengo yo...& aunque lo único que compartimos sean las estrellas en este cielo tan oscuro, sé que estarás mejor en donde estás... que estaré mejor en donde estoy ahora.