All About Metaphors: The Warrior & The Beast.

Ella tenía miedo de morir. Sí, miedo. ¿Cómo es posible que un guerrero tenga miedo de morir? Es posible. Sientes tu corazón latir tan fuerte... Los cadáveres de tus compañeros en el suelo, el olor de la sangre... el olor de la muerte. Al frente, ella tenía una bestia iracunda, con sed de sangre, por atrás, estaba el vacío casi infinito de un acantilado que hacía al viento aullar de hambre. Sujetó las empuñaduras de ambas armas, se aferró al poder que le conferían. Saltar hacia atrás sería la última opción, mientras tanto, debía utilizar toda su fuerza muscular para anteponerse a la bestia. Corrió con todo lo que sus músculos permitían, se abalanzó contra la bestia que tenía el objetivo de devorarla & chocó contra ella. Las garras de la bestia perforaron el peto de su armadura, ella desgarró un brazo de la bestia con sus espadas. Emprendieron así, derramando sangre, un combate encarnizado por salvar sus propias vidas. Ella imprimía tajos terribles en los tendones de los miembros de la bestia, la bestia rasgaba la armadura, la piel & la carne de la guerrera. Con la armadura hecha pedazos, la guerrera no tenía más protección contra la bestia enfurecida; tenía una oportunidad nada más. Debía dejarla ciega para poder al menos escapar. La bestia decidió atacar & cuando esta se acercaba, la guerrera gritó, aquello que entre los guerreros se conoce como un grito de batalla, saltó & con toda su fuerza, clavó & extirpó los ojos de la bestia. La bestia se quejaba & gemía, tocándose la cara mientras que la guerrera corría detrás de su libertad. Pero la bestia caprichosa, con su olfato agudo la siguió, para ponerle fin a la vida de su agresora con un tajo directo & profundo por la espalda, pero la guerrera, advertida por su propio miedo, supo defenderse. La ira desatada, el miedo  la hicieron moverse más rápido de lo que sus músculos aguantaban & cortó en pedazos el brazo de la bestia. La bestia gemía, quejándose del dolor & huyó. La guerrera, cansada, exhausta... sintió su cuerpo flaquear. Intentó seguir andando, pero su cuerpo cansado no podía más. Un vértigo tremendo azotó su conciencia & cayó al suelo, arrastrándose siguió un tramo más en dirección al bosque. El dolor de una herida mortal en su pierna izquierda no la dejaría avanzar más, ya había perdido mucha sangre. Aceptó su destino, aunque trató de evitar a la muerte, esta no se daría por vencida. Ella miró al cielo, posó su mirada en la luna llena, entregó su alma a la Madre Tierra & expiró.