No a medias... Pero no completa.
Ella sonreía...
En un mundo donde las muñecas son perfectas.
Pero su sonrisa loca...
Su demencia...
Su odio.
Su dolor...
Se acabó.
Se consumió en lágrimas ante Ella.
Se lo puso en Sus pies...
Amargas gotas salinas...
Se transformaron en rosas doradas.
Porque su dolor existía...
La mera esencia del dolor.
La pura verdad detrás de la locura..
La realidad más profunda de su odio...
Todo era dolor.
Tristeza.
<
Le dijo a Ella...
Ella le veía con mirada impacible...
Tranquila...
De la nada... Una canción...
Esa canción se me vino a la mente...
Ella me veía aún.
Me veía mientras lloraba conmigo...
Rendida a Sus pies me quedé.
Suspirando por amor...
Porque entendí que no puedo amar lo que no conozco...
& no sabía que Ella era mi madre.
Esa canción...
Ella la tocó para mí.
En mi cabeza, Ella bailaba con sus manos...
Ella enloquecía como yo...
Porque aquel Opus 10... #3.
Era lo que me describía...
Amaba algo...
¡Lo amé!
¡Por Dios, lo más sagrado, que lo amé!
A tal punto que enloquecí.
¡Sí! ¡Enloquecí!
Casi muero... Casi.
Ayer él lo sabía...
No le había dicho la verdad...
Pero casi muero.
Casi.
Pero Ella me escuchó.
Escuchó mi dolor,
Mi demencia
Mi tristeza...
Nadie me escucha llorar en los rincones de mi casa...
Sólo Ella.
Mi Madre.
La Madre que olvidé por pensar que tenía una terrenal.
Olvidé a mi Madre & a sus misterios.
Olvidé a mi Madre que en verdad me ama.
Como dijo él, son las únicas que a pesar de todo... Te Aman.
Aunque él me olvidó.
Aunque él me dejó.
Ella fue la única que no lo hizo.
Porque me ama, a tal punto... Que me perdona por olvidarme de Ella.
Sabe que en medio de mi locura...
De mi demencia...
De mi soledad...
Ahí la veo yo. Sentada, esperándome... Como si fuere lo único que ella quisiera.
Esperarme.
Cuidarme.
Alimentarme.
Sanarme.
Amarme...
Como una vez lo hice yo...
Con el hombre que amaba.
& me olvidó.
& se fue...
Porque lo alejé.
Lo distancié...
Lo deseché de mi vida...
Sin notarlo...
Dejé de esperarlo.
Dejé de cuidarlo.
Dejé de Alimentarlo.
Dejé de Sanarlo...
& en vez de eso...
Lo lastimé.
Le causé dolor...
& Estoy Loca.
Muy loca.
De pronto,
Eran siete colores & mil gotas en mis ojos.
Era Ella descendiendo de aquel pedestal...
En la capilla pequeña & solitaria...
& me entregó un sueño: Una casa pequeña, en un ricón solitario...
Donde podría amar.
No me mostró un rostro... Más que el de Ella.
Había un hombre... era él.
Pero él se estaba marchando de mi casa...
Tomando sus objetos...
Sus sueños...
Quitándomelos de las manos.
Pero lo entiendo.
Son suyos...
No míos.
Entonces Ella me dijo con voz dulce:
<
& desperté...
Llorando a sus pies con aquel sentimiento
Sí, el que reprimí...
Porque era más fácil odiar a alguien...
Porque era más fácil que odiarme a mí misma...
Por perderte... Por olvidarte...
Por pensar que había algo más importante que tú.
Pero él no piensa que pienso eso...
Piensa que lo odio.
Piensa que lo detesto.
Pero no.
Yo me odio a mí,
Me detesto a mí.
No quiero verme a mí.
Hasta hoy.
Ella me mostró quién soy.
Aquella dulce niña a la que engañaron con juegos.
Aquella dulce jovencita que creyó en el amor.
Aquella fuerte mujer que ya creció.
Soy la que ama a los animales,
La que gusta de su imaginación
La que pinta & baila cuando nadie la ve.
La que canta cuando está feliz.
La que abraza a sus padres cuando lo necesita.
La que busca a su hombre... (el primero al que busca...)
Esa soy yo.
Pero ya se te olvidó.
Porque se me olvidó.
& de pronto me doy cuenta...
Que sólo estoy yo.
Ella & yo.
Él desapareció...
Soñé con su beso..
Con su caricia...
& no la sentí pecaminosa...
La sentí... como antes.
Cálida... tierna...
Porque eso era lo que él sentía por mí.
Porque él también deliró conmigo.
Pero ya se le olvidó..
Que él tan cuerdo no es.
No puedo decir que no sea cuerdo...
Es más cuerdo que yo.
Pero...
De loco tiene un poco.
Entonces...
Me senté en la banca de madera.
Sin luz estaba la capilla.
Todos escuchaban a la mujer tocando el piano.
Nadie escuchó mi llanto.
Mi dolor.
Sólo Ella.
Porque ni él se atreve a escuchar...
La verdadera locura...
El verdadero dolor...
La verdadera Tristeza...
De mi corazón de Mujer.
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