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Wednesday, June 10, 2015

The Girl & The Hat: Corvus Corax.

Ella iba caminando por la calle, pensando en aquella palabra de tonada graciosa, "Serendipity", como una niña, ataviada en un abrigo. Era tarde ya, pasaba la niña caminando entre una arboleda & en medio de la noche oscura encontró a una cuerva enamorada que cayó de un árbol. Convaleciente, la cuerva llamó a la niña. Ella vio que la cuerva se lastimó el ala izquierda. La cuerva, pensando que ya había llegado la muerte a por ella, sacó de entre las plumas de su pecho, una carta. La sostuvo frente a la niña... & le pidió que la llevara a un cuervo del que ella se enamoró. Le dijo a la niña, lo mucho que deseaba ver al cuervo por última vez antes de morir por el ala rota; pero que por el dolor tan inmenso nunca podría volverle a ver. La niña, entendió a la cuerva, la envolvió en una pequeña manta, la metió en su sombrero viejo & se la llevó. Le dijo que guardara la carta, que personalmente se la daría al cuervo del árbol 578, Este. Esa era la dirección. Caminó la niña entre las hileras de árboles sempiternos, buscando la residencia del cuervo. Ella tocó el tronco del árbol & el cuervo salió a ver quién le molestaría a media noche. El joven cuervo, al ver a la cuerva dentro de un sombrero, adolorida, bajó. La niña le leyó la carta de la cuerva en voz alta; esta decía:


Querido cuervo mío:

Yo, era una pluma. Una pluma que se desliza, llevada por el viento. La caricia dulce del viento me arrulla... como diciéndome que espere a que tus ojos me encuentren. Me adormece en la monotonía de un "te quiero" tácito que imagino imprimen tus atenciones para conmigo. Luego, como si el viento tan caprichoso quisiera, simplemente me deposita a tu lado. Estoy sentada a tu lado, como si fuera mi turno de conocer eso que esconden tus silencios, las palabras que no dices, pero piensas... Esos sonidos que están en tu cabeza & que no puedo escuchar; las cosas que dirías antes de dormir. Quizá, no es el momento adecuado. No, definitivamente no lo es. Pero aquel gesto sanador de tu sonrisa, de tus ojos... Eso no tiene precio. Me quedo muda, me quedo callada, tragándome todas las cosas que quisiera decir. Me muerdo el labio inferior al marcharme... porque quisiera tu compañía. Porque me gusta... porque me alivia... me da paz. No lo entiendo, sólo lo siento. No me agobio, no me entristezco por ti, lo hago por mí. Porque quizá, tú también eres una pluma más acarreada por el viento... & quizá, es sólo un debut & despedida en los ojos de quien te encontraron sin buscarte, pero con el deseo más profundo de encontrarte.

Atentamente, una cuerva.


El cuervo impresionado por la carta, pidió permiso a la niña para entrar a su sombrero & acarició con sus plumas la cabeza de la cuerva, que moribunda a penas abrió los ojos. El cuervo depositó un tierno beso en la frente de la cuerva. Ella sintió como una ola de vida recorrió por todo su ser, incluso la adolorida ala rota. Cuando abrió sus ojos después de la ola de vida, vio que era él. Ella, se sintió apenada. El joven cuervo, pidió a la niña que le esperara. La niña antes que pudiera responder, vio al cuervo volar hacia su hogar dentro del tronco. Este, se puso un sombrerito pequeño de papel, que él aseguraba era de Corvus Armani, un gran cuervo diseñador de prendas de alta costura; & pidió a la niña acompañarle a cuidar a la cuerva. Ambos en el sombrero de la niña, se fueron a la casa de la niña, que improvisó un pequeño hospital de recuperación. ¡Pobre don Cuervo & doña Cuerva! Aterrados por el ala rota. Mientras la cuerva se recuperaba, él la cuidaba día & noche. Cosa que terminó enamorándolos aún más. La pequeña Mary, la niña del sombrero, cuidó de ellos hasta que un día, ambos cuervos dejaron una carta de agradecimiento & un par de plumas en su sombrero viejo. Ahora sí lo entendía... Serendipity... Serendipity... repetía en una tonada pegajosa la niña del sombrero quien alegre, disfrutaba de lo extraña que es la vida... Algún día, el cuervo de su historia llegará a cuidarla así; porque también ella es frágil, como un ala, como una pluma llevada por el viento & él, también figuraría una pluma... también llevada por el viento.

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