Ella permanecía en un letargo,
La cuidaba la oscuridad & su manto
Quería protegerla de un despertar amargo
Pero sucedió aquello que odiaba tanto.
Sus ojos oscuros abrió la muñeca
En medio de un abismo despertó,
En su rostro no había gesto o mueca
Que delatara todo lo que sintió.
Bastaba una fracción de segundo
Para que una lágrima pudiera brotar.
Esa creatura oscura que vaga por el mundo
Hizo a aquella pequeña escarcha regresar.
Cuentan que la muerte cuida a su muñeca
De ojos negros & cabello café,
Pues aunque la muerte esté vieja & seca
De ser querida aún no ha perdido la fé.
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