¡Contáctanos!

Comentarios, sugerencias o cualquier inquietud que se le presente contáctenos a esta dirección:

rythm.killer.kalo@gmail.com

Wednesday, February 15, 2012

Zoe & the Afterlife.


Zoe & The Afterlife

“El infierno está empedrado de buenas intenciones”
S. Bernardo de Clairvaux


Sólo me quedaba una bufanda con su aroma. Había pasado meses encerrada en casa. Nunca pensé que fuera mi padre quién le hubiese quitado la vida. Es cierto, no era perfecto… Pero yo tampoco lo soy.

Ya tengo meses encerrada en el mismo lugar… Con las mismas prendas de negro. Una bofetada bastó para dejarme aquí encerrada. Dijo que no fuera al funeral… Sin él simplemente soy una mortal. Ahora es mi padre el que quiere convencerme de salir, primero con comida, después dulces… Después prendas de ropa que no quiero usar. Llama a mis amigos para sacarme de ahí. Pero mi mente sólo repasa lo que pasó. & pasa lo mismo de siempre, mis amigos se aburren de hablar solos & se van. Adiós.

La última vez que intentó reparar lo que desarregló llamó a un hospital neuropsiquiátrico & yo tan sólo pude cortar la aorta de uno de los enfermeros que llegó a quitarme a mi trozo de cielo. No sabían que tenía un cuchillo guardado bajo mi cama… ¿Por qué lo tenía bajo la cama? te preguntarás. Era por si alguien más intentaba entrar a tocarme. Lo aprendí con aquel novio que mi padre creía bueno, aquel que conocí en la secundaria. No era más que un asqueroso cerdo. Pero aún así, mi padre creía que él era uno bueno… No era más que un niño de mami, que buscaba ser sociable pero no era más que un estúpido bufón al que todos le escupían cuando se reían de él, no era más quién conmigo quería descubrir qué diablos eran un par de pechos de mujer, pero sí padre, él era bueno… un bueno para nada claro está.

Regresando a los enfermeros del hospital neuropsiquiátrico, cuando vi que venían directo a mi, me pusieron las manos encima, mi padre los miraba. Yo sólo podía sentir odio por el ser que disfrutó el momento en que supuestamente me dio la vida. Cuando separaron mis dedos de la bufanda, con mi pierna me alcancé el cuchillo, lo escondí bajo la falda negra que usaba. Uno me habló a la cara. La rabia en mi sólo se concentraba. Era inevitable, estaba famélica, quería ver tanta sangre como se me antojara. No soy un vampiro de esos que describen las estúpidas novelas de pseudo vampiros, libros estúpidos de una autora a la que nunca leí porque me parecía tan común & poco relevante… No me confundas, lo que tenía era sólo una sed de sangre. El otro enfermero fue a decirle a mi padre cuánto costaría el trabajo & soltó mi brazo para tomar un calmante del bolsillo… Fue en ese descuido que pude llegar hasta la aorta. << Cinco minutos bastan… >> me dije a mi misma, el otro enfermero trato de tomar mi otro brazo pero sus reflejos estaban más dormidos que los míos & le di un tajazo directo al antebrazo. Corté todo lo que encontré al paso de mi cuchillo. Me soltó, lo amenacé con cortarle la cabeza & me dejó. Mi padre sólo salió corriendo, pues el pudo leer el odio de mi mirada. Tomé mi bufanda con su aroma & me metí bajo la cama.

<< No quiero que me encuentre… >> Por alguna estúpida idea infantil, creí que ocultándome bajo la cama nadie me sacaría.

Fuera de mi esfera tóxica, existía una esfera aún más tóxica & más sangrienta que la que se acumulaba frustrada en mi cabeza. Aproximadamente dos litros de sangre que bañaban el piso cerámico de mi habitación. Mi padre tendría que limpiar el desorden que él mismo buscó. Yo tan sólo asomaba mi par de ojos oscuros por las rendijas que apenas absorbían luz.

& hoy sigo aquí. Bajo la cama. Con la misma blusa, la misma falda… & la misma ausencia de todos los días. Más ojeras profundas todos los días & la demencia que llamamos soledad en lo más profundo de mis venas. << ¡Pero está loca! >> Le decía el desgraciado a mi madre… Ella sólo lloraba & prometía irse lejos de aquí. << Hazlo ya madre… >> Le alentaba yo desde mi mente. Mi hermano mayor menos mal ya se había graduado & se había llevado a mi hermana menor lejos de aquí. La última vez que la vi fue después de tu muerte… ¿Lo sabes verdad? Me vio abrazando tu cadáver vacío, al que yo quería rellenar con mi vida, porque eso eres, mi vida. Tus ojos vacíos & tristes… No era mi culpa querer huir de casa ¿o si? No era mi culpa que estas cuatro paredes que me encierran tengan el mismo sabor azufrado del infierno. ¡DETESTO ESTE LUGAR!

Pronto mi cuerpo se deshidrató, tenía al menos una semana de no beber una gota de agua, ni una sola de mis ácidas lágrimas. Ya no podía llorar, no porque mi corazón estuviese seco. Tenía una semana bajo la cama, sin salir a tomar un átomo de otro oxígeno que me pudiera llenar, pues tu aliento es el único alimento que tengo para mi vida… & ya no estás.

<< Tengo sed… No quiero salir. >> Me decía a mi misma. Pronto, mi cuerpo empezó a debilitarse rápidamente. Pronto, la migraña… Maldita migraña me había tenido por esclava toda la vida & no quería la última cosa que sentiría. Después de unos minutos de dolor quise salir a la superficie terrestre, dónde la atmósfera era tóxica & tenía un hedor terrible, un hedor que se impregna en la piel, un hedor a sangre & cuerpos podridos… Un hedor a odio & maldad… Intenté salir, pero no pude pasar más allá de unos centímetros. Tenía mucho dolor de cabeza, mi cuerpo no respondía, mi cabeza daba vueltas como un carrusel demoníaco.

Con mucho esfuerzo, logré salir a la superficie. Me vi en el espejo. Pálida pero con un rubor intenso en el rostro… Pronto sentí nausea. Pensé que era la atmósfera tóxica de mi habitación…Pero no era así, dicen los doctores que es porque ya había perdido un porcentaje considerable de agua. Sentía los labios rajados… Cuando tenía tus besos nunca estuvieron así, por eso fue que me los quitó, porque gusto de ellos.


Pronto, la vista se me tornó borrosa. Me arrastré como un gusano por la habitación, sosteniendo mi bufanda con tu aroma & me quedé justo en medio. Comencé a verte. ¡Sabía que algún día vendrías por mí!

No te separes más por favor… Te necesito, tengo sed. Sólo escucho mi latir. Está corriendo como en carrera de caballos. Despavorido & loco… Me cuesta respirar. ¡Quédate! No me dejes otra vez. Tengo sed… Tengo mucha sed. Lléname de ti otra vez. Hazme sentir que aquí está tu cuerpo todavía. No importa si yo me voy. Lo que importa es que aún estés.

De pronto… Mis ojos se cerraron. & te vi.

Cuando desperté, ya no te vi. Yo estaba en un lugar totalmente sola. Quise pararme, pero estaba atada. La enfermera entró. Era alta, con ojos grises con una mirada muerta & deprimida. Tenía labios grises, una sonrisa llena de sorna & unas caricias de compasión falsa.

Ella me enseñó la bufanda. << ¡¡Devuélvamela!! ¡DEVUÉLVAMELA! >> Le grité tanto que pronto, sentí que mi corazón había pasado de la vacía calma al agitado tormento. Quería pararme de esa cama, cortar su aorta, beber su asquerosa sangre & morir intoxicada. Pronto ella habló.

<< Tienes que despertar de esa estúpida realidad en la que te has atorado. Tu padre te trajo deshidratada. Pero nosotros sabemos bien que estás loca. No te preocupes, te mandaremos al Paraíso. El doctor te ayudará a llegar hasta a quién le perteneció esto. Dejarás de sentir la apatía por tu padre & lo mejor de todo, es que serás una linda muñeca en este bello lugar. Llevas aquí por lo menos un mes, has dormido como ángel, has delirado, casi has estado en las sucias manos de mis compañeros por aferrarte a esta estúpida bufanda… Imagínate de lo que te he salvado, pero después de hoy, jamás deberé salvarte. Puede que vivas, puede que mueras, no me importa. >>

Pude escucharlo todo, pero ¿a caso me importa mi cuerpo? Claro que no. Importaba cuando estabas tú mi amor… Ahora, sólo estoy vacía.

Ella acarició mi rostro & sacó la jeringa que tenía guardada en el bolsillo, la destapó e introdujo un tipo de líquido demoníaco que adormecía mi ser.

<< Hasta nunca… >> la escuché decir.

Cuando abrí mis ojos de nuevo, me encontraba sentada, en una silla. Miré a mi agresor. Él estaba viéndome fijamente a los ojos cuando los abrí. De pronto, se asomó la incertidumbre. Sacó su pica hielo cromado de una caja cromada con una pequeña almohadita en la que estaba recostado mi pase al Paraíso. La enfermera me había peinado, cuando me vi en el espejo que estaba frente a mis ojos entendí porqué diablos me dijo que sería una muñeca… ¿a caso a Dios se le habrá olvidado que somos seres humanos?  Creo que él es igual de sádico que éstos que dicen que me enviarán al Paraíso. ¿A caso mi progenitor sabrá lo que hace?

El cirujano despiadado continuó a limpiar todo & puso en mi cuello un pequeño pedazo te trapo que supongo sería para absorber la sangre. << ¿Cuánta me habrá de sacar? >> pensé. Ya estaba condenada. Tenía escrita la sentencia de mi vida desde un comienzo pero nadie me quería soltar, gozaban con el sufrimiento marcado en mis ojos, en mi piel, en mis venas en que me avergonzaría entregarlo todo porque estaba llena de cicatrices. Todos esos que me pudieron ofrecer la muerte en bandeja de plata bañada de sangre eran como esas mujeres que ofrecen algo & al final, jamás te dan nada. Te dan alas & te dejan caer al abismo profundo, del que quieras o no quieras, tienes que salir.

Recordé cuando un monstruo sádico tomó mi cuello en sus manos sucias de mi sangre & me apretó tanto que sentía que la Anoxia me consumiría en sus brazos, pero el maldito me soltó. Recordé cuando puse un arma en mi sien & apreté el gatillo con la esperanza de que fuese ese tiro para mi. Recordé cuando até una soga a un árbol de millares de años & el desgraciado árbol se despojó de ese brazo suyo para dejarme vivir. Recuerdo cuando conecté el maldito tostador al conector del baño, llené la bañera con agua & me desnudé sólo para la muerte, pero ella me dijo algo que otro hombre también dijo  << Me das asco… Tu cara dice algo & tu piel sólo da asco… Con tantas cicatrices no te quiero en mis brazos. >> Entonces la muerte desconectó el tostador cuando me iba a entregar a ella.

Pero hoy, era diferente. La Lobotomía prometía un horizonte diferente. Quería verte, deseaba tanto verte, sentirte, olerte, tenerte... Si al Paraíso habías ido... tenía que estar junto a ti. La enfermera llegó con la bufanda a la que me abrazaba & me la puso en las manos… Me dijo que tenía que apretar fuerte.  Tomó el pica hielo & sin piedad, sólo vio mis ojos parpadear por última vez consiente &
<< ¡Zas! >>

Adieu.

2 comments:

  1. Exelente Mary!!! me encanta el ambiente de este!! casi podia sentir la locura y la rabia de Zoe... este pedazo de tu imaginación me transmitio tantas cosas, gran pieza, me envolviste, y me hiciste sentirme completamente seguro de que mataria por ti...
    Aplausos, sigue asi Mary
    Te Amo mi musa inspiradora...
    ...Wayne...

    ReplyDelete
    Replies
    1. Me alegró que te gustó mi Wayne! :D Me gustó saber que pudiste conectarte con Zoe. Gracias por comentar, pues tus comentarios demuestran tu opinión & gusto. Gracias por las felicitaciones con las que me adornas. Gracias por leer.

      & sabes mi amor,
      También mataría por ti.

      Te Amo..

      ...Mary...

      Delete