Little Emma:
"Prefiero el manicomio de la Imaginación que la cárcel de la Razón"
Autor desconocido.
Little Emma:
Podía escuchar a Emma tocando piano en el sótano. Qué lugar tan extraño para tener un piano, ¿verdad? Ella tenía apenas dieciocho años y sobre su pequeño cuerpo dejaron cicatrices innumerables las personas que la rodeaban. La conocí con miles de cicatrices que la hacían refugiarse, la hacían callar sus pensamientos con música, le hacían aferrarse a una carga que ella no estaba dispuesta a soltar, una carga que aunque fuese masoquista, ella llevaba como si fuera lo mejor que podía pasar en su vida. Yo le ayudé a encontrar la manera para soltar eso que ella conservaba a pesar de que estaba acabando con ella, como cualquier vicio que pudiere tomar. Ella se escondía bajo una máscara de excitación, de felicidad falsa… Yo sabía que Emma no sentía nada de eso, ¿Cómo pudiste ser tan tonto de no darte cuenta? Ella se refugiaba en un pequeño y desconocido blog que poseía, se refugiaba en los juegos estúpidos de una red social, se refugiaba en llamadas telefónicas que siempre terminaban en lágrimas, se refugiaba en alimentos que después vomitaba, se escondía de sus propios monstruos, se escondía en la música de su piano que estaba en el sótano… Pequeña Emma, ¿por qué te escondes en el sótano con tu piano?
Podía verla caminar, intentando corregir las actitudes de ella que detestaba. Caminaba en el jardín trasero desesperada, abonando las plantas, hablando sola… Ella estaba ahí, esperando que ella fuese tan fuerte como parecía. Ella deseaba poder derribar todas las paredes que la limitaban. Deseaba también controlar todo lo que a su alrededor pasaba. Deseaba tener un alma tan fuerte como para dejarse llevar. Deseaba poder sentirse como quería sentirse, anhelaba ser tan fuerte para sobrepasar los recuerdos dolorosos, las malas actitudes, las actitudes defensivas. Deseaba aprender rápidamente todo lo que le hacía falta para poderme alcanzar. Pequeña Emma, si supieras que te falta mucho por vivir todavía…
Podía ver a Emma acostada en la alfombra escuchando la misma canción una y otra, y otra, y otra, y otra, y otra vez. Me preguntaba por qué Emma hacía eso todo el tiempo. Descubrí que era porque aquella canción significaba tanto, que tenía algún verso que era justamente como se sentía. Costaba entender cuál era, podía ser este, o aquel, podría ser toda la canción y nunca saber exactamente qué. Quizá era sólo una palabra… Pero qué se yo de palabras, si ella era quien escribía para mí. Pronto descubrí que ella necesitaba escribir, pero las hojas le atemorizaban. Todas estaban en blanco… Ella se sentía como aquellas hojas de papel, en blanco, vacías y flotantes cuando no podía entender lo que sucedía con ella, pues algo había en su cabecita que le hacía actuar de esa manera… Pequeña Emma, ¿Por qué huyes de las hojas en blanco?
Podía ver a Emma muy extraña todos los días pero… No podía ver a Emma cuando despertaba en las noches. No podía ver a Emma cuando lloraba porque no podía alejar a la persona que la asustaba en las noches, no podía ver a Emma quejándose por no poder soñar. No, no podía ver a Emma diciéndome todo esto, hasta que un doctor extraño le había recetado medicamentos que según mis conocimientos eran para dormir, antidepresivos y otros para contrarrestar alucinaciones. Emma salió de la mano de su madre, diciéndole que nada de eso existe, que era su mente. Emma le decía a su madre que no estaba loca, que no la llevara a ese lugar, a ese lugar que se la comió. ¿Por qué te llevan pequeña Emma?
Podía ver a Emma dopada con todas esas tabletas que cuando el efecto mermaba, le causaban ansiedad. Podía ver a Emma con una camisa blanca, con su rostro blanquecino por el encerramiento, por la poca comida que podía ingerir, por el envenenamiento diario, el envenenamiento que mataba su creativa imaginación, sí, la imaginación que amé. La vi de nuevo más delgada que nunca. Podía ver a Emma llorar antes de su dosis diaria de antipsicóticos… Podía sentir su pesar cuando la ponían a dormir. Podía ver a Emma con una mirada vacía en aquel manicomio. ¿Dime pequeña Emma, que sientes por favor, dime que sientes, que ves, que oyes?
Podía ver a Emma aferrarse a mi cuando pude entrar a su celda. Escuchaba a Emma, ella decía que cuál era el objetivo de esas pastillas si ella por esas pastillas ya no podía soñar… Yo no sabía que responder. Pensé que Emma seguiría hablando. Su mirada estaba ida, ella se encerraba en el efecto diabólico de esas pastillas. La vi, le tomé las manos, estaban heladas… Sus manos siempre eran cálidas a menos que se enfermara. Me dijo: << Me hacen tomar estos medicamentos… No estoy loca, yo lo sé, no estoy loca… Pero, ¿por qué los sigo tomando? >> No supe que decir. Simplemente la miré, y dijo lo último que podía decir: << Sabes, tengo miedo… En las noches no tengo en dónde esconderme... Quiero regresar a mi sótano, con mi piano… >> Sus ojos se llenaron de lágrimas y ella comenzó a cerrar sus ojos. No te duermas Emma, quédate conmigo… Se acurrucó en aquella cama, cerró sus ojos y ella dijo: << A soñar… >> No te duermas mi pequeña Emma, por favor, no te duermas… Su voz mermó, sus ojos se apagaron, sus manos se enfriaron más, su cuerpo se congeló, Despierta Emma, despierta, te prometo que te sacaré, despierta Emma, yo… ¿Por qué te dormiste pequeña Emma?
Ahora pequeña Emma, estas teclas añoran tus manos… Yo añoro tus manos.
Recuerdo muy bien este... muy buen trabajo M. me llena de aquel viejo sentimiento y solo te puedo decir una cosa, GRACIAS, Gracias por mostrarme tu arte, gracias por mostrarme un camino, mi camino, gracias por ti, graciar por tu amor siempre entregado, gracias por dejarme entrar en tu burbuja. Sigue adelante M. yo se que tu arte tiene unas grandes alas blancas y yo, yo solo quiero sertir la briza de tu aletear y descanzar bajo su sombra... Te amo.
ReplyDelete...Wayne...
Gracias por ser la energía que fluye dentro de mi ser, que me impulsa a mover las alas que un día se me fueron quitadas, que ahora puedo transformar en alas nuevas. Gracias por permitirme expresarme, por darme plumas para construir mis alas, por cuidarme cuando estoy vulnerable, por sanar mis heridas cuando me he golpeado. Gracias por estar siempre a mi lado... Gracias W.! :D
DeleteYo siempre quiero estar a tu lado...
Siempre tuya,
...M...