Fueron ayer dos copas de vino
Separadas tan sólo por el pequeño buqué
Adornado de plata y oro fino.
Son hoy dos tazas de café
Que conversan con su amarga indiferencia,
Lentamente, el le despoja de su ceñido corsé.
Serán mañana sólo las dos almohadas que sienten la fría ausencia
Que guardan recuerdo de aquella historia
Y en ellas queda impregnada toda su esencia.
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ReplyDeleteEs cierto la historia no tiene por q terminar, por el contrario sigue... aveses triste aveses "feliz", pero alfinal lo que quedan son los recuerdos.
ReplyDeleteNunca los olvides.