Todos los días es una constante agonía... Y trato de no quejarme. Trato de hacerme a un lado... Trato de retirarme... ¿Me dejarás?
No. Eso dijiste. Pero no es nada agradable sentirte de más. Quién lo diría. Al fín cayó la muñeca de hielo... Se hizo agua. Se hizo agua que proviene de sus ojos... Se hizo lágrimas... Así como se cae el cielo en centenares de lágrimas... así se ha caído la diosa de diamante. Se hizo polvo... Pule otros diamantes con su ser... Qué considerada... Qué desventurada. Sí... Se hizo polvo... Solamente polvo... Polvo estelar que todo el mundo observa desde un mundo muy pequeño, con una perspectiva de hormiga... Una perspectiva que no puede comprender qué pasa más allá de lo que ve. No puedes ver sus costados... No puedes ver cómo sangran, claro está... No interesa. No puedes ver lo superficial... Menos verás el interior... ¿Qué interior? No tiene interior. Está vacía. MUY VACÍA... Entonces... ¿Qué queda?
Eso no importa. Algún día... tendrá interior. Aunque... deseas ver siempre a la persona entera... Por que te apoyas en ella, por que te es útil... ¿Qué sucede cuando deja de existir? Porque bien puede hacerlo... Bien puede desaparecer... Ese es su deseo... El deseo que se alborota en su psique... En su interior. El deseo que consume todos los deseos de su vida... El deseo de desaparecer consume con sus llamas feroces aquel deseo de existir...
Existe gracias a muchas personas... Existe sin desear existir... Qué irónico, ¿no es cierto? Trata de preservar la existencia... Trata todos los días... Y tú no te puedes dar cuenta... No sabes las batallas... No sabes cuánto ha sacrificado... Sólo por esperarte. Sólo para quedarse de nuevo... En la lista de espera. Como siempre. Pero no te preocupes... de acostumbrarse tiene. Aunque ya lleva mucho tiempo así... Ya se acostumbró a ello... Ya mejor ve pasar a todos llevándose un pedazo de ella... Mejor deja que le pase de todo... Que pasen todos y la sigan quebrantando... Que le sigue dividiendo... La gravedad se aproxima a ella... creando un nuevo ser... Un ser sin interior... Crea de nuevo... una muñeca.
Pero esta muñeca, mira sin ver. Oye sin escuchar... Vive... y sin querer. Sólo espera abandonada en la repisa, en el mueble lleno de polvo... en cada rincón en el que se ha dejado un pedazo de ella... y su vida, suspendida en el tiempo... Empolvando cada segundo... Cada minuto... Cada hora... Cada día... Cada mes... Cada año... Toda su vida... En el mismo lugar. Esperando.
¿Y termina la espera?
No. Sigue todos los días... Pero ahora es más dificil. La historia se repite... 4, 5, 6, 7 hasta 100 veces más fuerte. Algo ajeno... le ha desgarrado hasta lo más profundo de su ser... Con una punzada fatal... Una punzada venenosa... Tan venenosa que desintegra lo que a su paso hay... Su mirada vacía contempla quieta Su alrededor... Una lágrima de dolor se desliza por su mejilla bien coloreada por el rubor... Se deshace... se destiñe... Se pierde... ¿Te gusta lo que ves ahora?
A mi no. Pobre muñeca. La hace pedazos todos los días... Siempre piensa en su agresor... Como si fuese ella misma... ¡Qué idiota! Sí... Pobre idiota... Levantó a su agresor... Otra vez... Pensó en su agresor como si fuese ella misma... y ahora... importa? claro que sí... Importa mucho. Daba de su tiempo... Daba de su existir... A un agresor escondido... Que ha sacado de la vaina, la espada con la que ha deshecho el interior y el existir de una muñeca... La espada llamada lástima. Eso ha utilizado... Que antes bien, de verse bien en sus manos... se ve fatal. Esta espada impregna el veneno... le enferma... le consume en su debilidad...
El veneno corre en su sangre... Agarrado de cada molécula de hemoglobina... ¿Y su sangre? Queda poca en su interior... Desangrándose por los múltiples cortes en su pequeño ser... ¿Dónde estás mi ángel? Dice en un grito inaudible... ¿Por qué es un grito si es inaudible? se preguntan todos.. Es inaudible porque es un grito ahogado en su interior... El veneno quema cada leucocito.... Dejándole sin anticuerpo alguno para restar el efecto del veneno... Se desangra... no coagulan las heridas... Parece como si estuviesen selladas con heparina... Y duelen tanto... Que toda su energía se concentra en la producción de dopamina... y NO funciona... ¡¡¡NO funciona!!! Ayúdame.... Parece como que fuese lo que tratáse de decir... y sigue siendo inaudible su voz. ¿Cuándo dudó de ella? ¡¡¡¡¿Cuándo maldita sea?!!!! En el mismo momento en el que pensó que estaba haciendo mal... ¿Y estaba haciendo mal?
No lo sé... dice ella... Yo tan sólo esperaba como todos los días. Esperaba pacientemente...
¿Esperar es pecado entonces? pregunta ella entre quejidos. Entonces ya no esperes más querida... eso le dije yo a ella... Pero la necia sigue arrastrándose... Dejando un rastro de sangre a su paso, dejándo pedazos de ella en el camino... Dejándo su vestido raído atrás, allí va... No esperes más... Muñeca necia! deja de acercarte al vidrio... le digo yo... No importa dice ella... Aún esperaré... dice ella neceando en lo mismo... Aunque duela? le pregunto... y ella asiente con su cabeza...
Mirar hacia abajo... Mirar sumisamente... Mirar de tal manera que deja su orgullo... Aquel orgullo que le caracteriza... Dejar todo eso... NO ES NADA DIVERTIDO... Pobre muñeca... Pobre... Por ella le pido todas las noches un deseo a una estrella... Le pido que le recoja ya... Porque la agonía la deja allí... acabando con lo mejor de ella... Con una muñeca de Dios... una muñeca Perfecta... porque el como cualquier titiritero... La ha creado... A Su imagen y semejanza... y ella.. toda desfigurada... se apoya en su deseo más fuerte... espera como una idiota a aquel que jamás por ella vendrá. Pero mantiene su promesa... Sobre todo lo que conoce... Incluso... Sobre ella misma, sobre su propio deseo de acabar con esto... allí se queda... Capturada... Ciega por la oscuridad a su alrededor...
Enciende una vela con lo poco que le queda cada noche... Quiere mantener iluminado el camino de aquel que por ella debe venir... Y mira por la ventana... Ella trata de guiarle hacia ella... Y más se pierde... Desea ser encontrada... Desea tanto eso... Que espera... y espera hasta que su corazón deje de palpitar... Sus ojos en su agonía se cierran por segundos... pero ella se despierta automáticamente para estar vigilante en la espera que le consume... y así es cada día.
Así pasa... Esperando.